25 de mayo de 2013

(Be Bloggera) El Baúl de los recuerdos: DANGER.

Este post fue escrito para Be Bloggera, el año 2011.

Fuí a mi pieza a abrir el cajón del Maipo
No esperaba encontrarme con tanto
Fotos viejas, de primavera
Y Sé, que estas cosas no van a volver…
(Eras mi persona favorita, Teleradio Donoso)

Frase clave: “estas cosas no van a volver” (definitivamente no lo harán).
No sé porque me gusta acumular y acumular recuerdos, siempre ha sido así. No sé si es porque ante el ir y devenir de las personas temo el encontrarme un día sin nada, o por el temor de dejar ir el momento que me gusta, o de encontrarme un día sin evidencia de lo que ha sido mi vida, o lo peor de todo, el creer que atesorando un momento pueda ser suficiente pare revivirlo y revivirlo. Bueno, nunca me había cuestionado el por qué hasta hace muy poco, cuando el pasado casi rompe mi hermoso presente.

Foto de myfrenchkitchen
Así como con la cajita, o baúl de recuerdos, uno acumula material físico, también sucede lo mismo con el computador y lo virtual. Las fotos, benditas fotos, símbolos de procesos anteriores, del pasado en sí, de épocas épicas como de antiguos amores y desamores, de eventos puntuales, personales y secretamente significativos. Y está bien, nadie dice que sea malo acumular y acumular, sólo que hay que estar al tanto de ciertos materiales significativos y peligrosos. ¿Qué sucede con la foto de tu ex, que te recuerda todo el tiempo feliz o mal vivido?

Recuerdo un capítulo de Sex & the city, en que Carrie decía… se debe borrar toda evidencia de tu ex, sobretodo aquella que te recuerde que fueron felices. Bueno, no estaba segura de apoyar eso. ¿Qué malo trae una foto? ¿Qué malo puede haber en guardar fotos de personas significativas y recordarlas de vez en cuando? Nunca había pensado en eso hasta que PAFF!!! Fotos descubiertas por mi actual hombre significativo, sobre tipos importantes de mi pasado. Y fue ahí que me pregunté por primera vez ¿Por qué tengo estas fotos? 

Foto de Irene Suchocki
Es posible que uno guarde estima por momentos lindos y por personas importantes, independiente de si las cosas con ellas terminaron bien o mal, pero hay que avanzar, y dejarlas ir. Tal vez hayan personas que no concuerden conmigo, pero en ese momento en que chocó mi preciado presente con mi nostálgico pasado, lo entendí todo. Ni siquiera estoy dispuesta a poner en juego todo lo que tengo por el recuerdo de algo que FUE, y que hasta ese momento no había querido dejar ir. 

Eran fantasmas, buenos y malos, a los que me enfrenté posteriormente. Estando sola abrí aquellas carpetas con recuerdos, fotos de eventos, fiestas, salidas, cumpleaños, afiches de tocatas a las que habíamos ido, entre otras cosas. Las miré y pensé… ya no las quiero, ya no me importan, ya tengo otra persona en quien pensar y con quien crear nuevos recuerdos, estos marcadores del pasado no los quiero. Fue ahí que me di cuenta que por fin podría empezar de cero y dejar muertos bien enterrados. El creer que algún día, si el destino quería, podría volver a estar con ese otro, se desvaneció en mi corazón, definitivamente no quería que sucediera, por primera vez empecé a mirar hacia adelante y dejé de recordar, para  poder apreciar el ahora. 

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