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La verdad es que en mi vida he tenido re pocas suegras, no las conocí a todas, y a las que sí… habrán sido tres (creo que es re poco). Bueno, como ven no soy una especialista en suegras, ni trataré de aparentarlo, más bien creo que el tema es bien complejo. Llevarse bien con la suegra dependerá de muchas cosas, como de las características que ella tenga, las cosas en común que tenga contigo o las cosas en las que difieran, la composición y dinámica familiar de tu pareja, el contexto familiar en el que te integran, incluso la primera impresión que tuvieron de ti. Muchas, muchas cosas que uno no puede manejar al cien por ciento.
Hace un tiempo, antes de conocer a la madre de mi novio, se me vino a la mente un capítulo de Sex & the City en que Carrie tiene una suegra con la que se lleva muy bien, demasiado, incluso diría que es como mucho, tan así que cuando termina su relación, lo que más le duele es “romper” con la madre de su ex. A veces me he puesto a pensar en cómo sería llevarse extremadamente bien con los suegros, y en verdad me da un poco de miedo.
Es verdad eso que dicen que cuando uno inicia una relación con alguien, también inicia una relación con la familia, en este caso hablo de la suegra, y en verdad no me gustaría que esas dos relaciones fueran con la misma confianza y confidencialidad. No sé si me encontrarán la razón, pero prefiero marcar un espacio, un límite, no me gustaría obviar el hecho de que es la madre de mi pareja y jugar a las amistades. Tal vez para algunas personas puede resultar, pero creo que puede ser peligroso o incluso uno podría meter las patas y de algún modo hasta hacer peligrar la relación de pareja.
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