17 de septiembre de 2009

Nuestra Realidad



Iba camino a Rancagua, con música en los oídos, en un tráfico eterno de Fiestas Patrias y no puedo dejar de preguntarme por qué me encanta ir mirando el paisaje. Siempre pido ventana porque así no me siento una extraña en un pequeño sitio en movimiento lleno de otros extraños. Prefiero contemplar el paisaje y perderme un rato con la música y mis ideas. Me gusta mirar los autos que pasan al lado, miran dentro, mirar las personas, si van conversando, si van peleando, si van riendo, si es un conductor solo, una pareja joven, o una familia gigante dentro de un pequeño espacio. Es mirar mundos pequeños en movimiento, realidades diferentes que comparten el camino, realidades con destinos particulares.
Me alegra por un momento saber que existe una diversidad gigante en nuestra especie humana, aunque algunos lo pasen mal, otros rían, unos tengan demasiado y otros no tengan nada. Creo que a pesar de lo material, a pesar del auto, a pesar del espacio que tenemos para transitar, siempre es posible agarrar un poco más, es posible llegar a realizarse.
Voy mirando y analizando cada realidad ajena q se cruza en mi camino, y me pregunto en cuál encajo, qué tipo de realidad estoy construyendo, ¿es posible que en unos años me independice y pueda comprarme una de esas realidades en movimiento? No puedo dejar de hacer proyecciones y de imaginarme como quiero ser, es ahí cuando algo interrumpe mi fantasía y me deja en blanco. De uno de los autos que había dejado de analizar para perderme en mi futuro hay un niño sonriendo con su hermano mayor (creo que era su hermano) y mirándome. Por un minuto me sentí objeto, me sentí en el lugar de ellos y me sentí una realidad sobre ruedas.
Dejé de pensar, me miré y traté de ver la realidad que soy. Había olvidado por un momento que tengo una vida, que estoy haciendo lo que quiero hacer, que estoy pensando en proyectos para cumplir mis sueños. Tal vez soy una realidad que algunos quisieran alcanzar, como la que yo quería verme alcanzar contemplando a otros, o una que otros han dejado atrás para seguir creciendo. Sea la realidad que sea, lo importante es querer tenerla. Es obvio, porque es propio de nosotros, que nunca estaremos conformes, siempre queremos algo más, arreglar detalles, ajustar cosas. A veces nos aburrimos y queremos re-decorar nuestras vidas. Pero insisto, es hora de mirarnos como realidades y preguntarnos… ¿ésta es la realidad que quiero? Y si no es así, ¿estoy en proceso de alcanzar otra realidad más cercana a la que quiero, o estoy bastante lejos de mi proyecto?
Creo que lo importante es no dejar nunca de vernos como potenciales proyectos de vida, en proceso. Nunca estaremos del todo satisfechos, nunca llegaremos a un final, y por ello nunca debemos dejar de proyectarnos y decorarnos.

1 comentario:

Blogging tips